Thursday, August 9, 2007

Odio

Yo aprendí de niño a querer a todo el mundo.

Mis padres me enseñaron el amor a los demás.

No obstante, ya la adolescencia en la escuela, en los primeros años de la revolución del 59, descubrió el odio. Me enseñaron que había que odiar a los enemigos. Durante muchos años, me pareció que era normal y correcto. Uno lo oye decir muchas veces a sus maestros, a los dirigentes, lo lee en los libros y periódicos. En las pancartas gigantes que cuelgan de los edificios de la plaza de las movilizaciones. ¿Porque va uno a dudarlo?

Me enseñaron a radicalizarme. A no andarme con melindres. A los enemigos de La Revolución se les odia sin ninguna consideración. Me enseñaron a participar en actos de repudio. A gritarle “escoria” a los que se iban. A despreciar la mano que venía hacia mí en reconciliación. Si se fueron, que se jodan. No importa que sean de tu misma sangre. Tu familia son los compañeros del partido, la ujotacé, los cederse, la federación y las brigadas de agitación y propaganda.

No fue sorpresa alguna al verme en estas tierras del exilio odiando a los que se quedaron allá en Cuba. Es como si la frontera fuera un espejo. Uno simplemente vira el odio hacia el otro lado y sigue odiando igualito.

Afortunadamente yo me he dado cuenta.

El odio es un error.

Nos lo inculcaron a todos. Quien sabe si con el premeditado objetivo de desunir o simplemente por enfermiza filosofía.

Piénsalo bien. Aún estamos a tiempo. Hay que arrancarse este odio de décadas para poder arreglar a Cuba.

3 comments:

Sarrouche said...

Me gusto mucho la imagen del espejo. El individuo se ve tan immerso en su propio odio a tal punto que lo unico que se refleja, sin importar donde uno esté es el odio a lo que queda atras - por rabia, insatisfaccion, nostalgia, despecho...quien sabe. Pero siempre es destructor, ajeno a lo que se esconde detras de la refleccion en el espejo.

Estuve en Cuba por primera vez este verano (1 semana), soy vecina de la Rep. Dom., pero vivo en Europa. Cuba me fascinó y desde entonces y7 para siempre (desde ya lo sé), la llevaré siempre por dentro.

Un saludo.

Al Godar said...

Es lógico que te haya gustado porque la imagen del espejo eres siempre tú... pero bueno creo que te referías a la imagen literaria.
En todo case vale la imagen aquí también...
Saludos,

Isaeta said...

Pues a mí me gustó la imagen literaria. No sólo es ingeniosa, sino además muy acertada. Ese odio que ha roto familias enteras, que ha obligado a los cubanos a dividirse entre los que están con o en contra de un sólo puñetero hombre, es una de las cosas que ha impedido a la gente unirse y luchar por el bien del país. Imagínate a qué extremos hemos llegado, que ahora mismo enseñan a los de adentro a temer lo que harán los de afuera cuando -según dicen- vuelvan a reclamar lo que era suyo. Cierto que es jodido, pero siempre me he preguntado, incluso cuando estaba dentro, cómo se puede despojar a alguien de lo que es suyo y particularmente, de su derecho a ser ciudadano de la tierra en la que nació. Cómo puede un hombre decidir sobre la vida y el destino de todos los demás. Es algo que no me cabe en la cabeza.