Saturday, March 7, 2009

El Flaicito


Fue adversidad de la vida.
Fue porque aquel día estaba jugando en el raifil. Si hubiera estado en el center como el siempre jugaba, no le hubiera pasado a él.
Cuando el Chama batió el flaicito bombiao todo el mundo supo que se había acabado el inin. Venía jamón.
Y él se había colocado bien debajo de la bola, un poco de lado para que el sol no le diera de frente. Le fue caminando suave hacia atrás a medida que la bola iba bajando. Pero en el último momento metió el pie en un hueco y perdió el equilibrio. Por un instante quedó encandilado y la bola se le perdió. Sintió el golpe seco en el guante y le pareció que la había cogido.
Por eso cuando cayó al piso no puso las manos para aguantar la caída. Con tan mala suerte que cayó exactamente sobre una plasta de vaca.
A nadie le importó cuando él les mostraba que no había soltado la bola y por tanto era ao.
Las carcajadas no les dejaban escucharlo.

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Foto: Mont St-Bruno de Noche

Friday, March 6, 2009

La loma del Manco.


Más allá de la línea, el potrero se extendía casi hasta el horizonte. A excepción de la loma del Manco.
Caminó como una hora o más para llegar y luego empezó a subir la empinada loma. Más o menos a la mitad de la ladera había una pila de rocas.
El sol, que hasta entonces estaba tapado por la loma, se asomó por arriba y lo encandiló como el día que se le cayó el flaicito.
Perdió el equilibrio y cayó sobre las piedras que comenzaron a rodar. Una piedra tan grande como él, por poco lo aplasta. Trató de levantarse, pero tenía su brazo izquierdo trabado entre las piedras. Por mucho que trató de zafarse sólo logró arañarse la piel.
No había ninguna casa a la vista. Nadie lo encontraría. Iba a morir de hambre y sed.
Había oído decir que alguien tuvo que cortarse una pierna con un cuchillo para no morir. Pero él no tenía cuchillo. Trató de encontrar una piedra afilada, pero no había ninguna a su alcance.
Una tiñosa volaba allá arriba. Luego dos o tres. Muchas.
Una sensación de amargura le vino a la garganta y las lágrimas le inundaron los ojos.
Fue entonces que apareció El Manco.

Thursday, March 5, 2009

El fin del mundo.



Hasta ahora nadie quería venir para acá arriba. Pero últimamente, los vecinos del Sur están empezando a dar vueltas por aquí buscando petróleo. Y los del otro Sur del lado de allá, vinieron hace poco a poner una bandera en el fondo del mar. Porque todos nuestros vecinos viven en el Sur. Aquí no hay más norte que nosotros. Y el problema es que somos tan pocos que no alcanzamos ni para patrullar nuestras tierras. Pero ahora si nos vamos a poner para las cosas y vamos a librar la batalla por el Ártico.