Wednesday, April 30, 2008

Repudio

Al final de la algarabía había dos muchachitas de Pre bailoteando y gritando “¡Que se vaya la escoria!”

Ya la gente empezaba a irse. La novela estaba por comenzar de un momento a otro.

Armando “El Maceta” se acercó a una de las muchachas y le preguntó al oído que quien era el homenajeado.

-No se – Dijo la chica y virándose hacia la otra preguntó: ¿Marisela, tú sabes quién es el tipo que vive ahí?

-No se – Dijo la otra. Y siguieron el brincoteo, mientras Armando trataba de cuadrar con la más llenita, mientras gritaba de vez en cuando “¡Gusano!, ¡Que se vaya!” ¡Abajo la escoria!, etc, y agitaba una banderita en alto.

El gordo que golpeaba una lata de “luz brillante” con un cucharón de calamina al son de guaguancó, levantó la mano y grito “!Caballero, voyenpira! ¿Quién quie’ la lata?”

Armando se apoderó de la lata sin dificultad y continuó animando el espectáculo unos minutos más, hasta que se quedó solo con las dos colegialas.

Marisela se separó un poco para facilitar el cuadre. Armando precisó con la otra:

-Mañana a las cinco en la esquina del Pre. ¿Okay?

-No se. Tengo que pensarlo. –Dijo la gordita, aunque obviamente no tenía nada que pensar. Se fueron las dos y dejaron a Armando delante de la casa. Miró hacia todos lados para comprobar que no quedaba nadie por los alrededores. Saco la llave, abrió la puerta, entró con su lata de “luz brillante” y cerró la puerta a sus espaldas.

Monday, April 28, 2008

Intelectualizando el problema.

Daniel fue a hablar con Hiram y le contó que Manolito se iba por el Mariel.

-Allá él. - Dijo Hiram secamente.

No era eso lo que Daniel había venido a buscar. Quería desahogar su amargura y su impotencia, pero esta salida de Hiram no le aliviaba nada. Los tres se conocían desde niños y habían crecido juntos.

- Yo entiendo que se quiera ir del país, pero no me parece bien que se haga pasar por maricón, sobre todo porque eso no es verdad. – Dijo Daniel. - Si al menos hubiera hablado con nosotros, uno hubiera podido aconsejarlo…

- ¡Tú no tienes que aconsejar a nadie! Gritó Hiram alterado. -Tú estás intelectualizando el problema. Si se va es un gusano y un mierda y se acabó.

Esa misma tarde le hicieron el mitin de repudio en su casa, cuando regresaba del trabajo. Hiram fue el que más gritó y el que más huevos tiró. Daniel encontró algún pretexto para no participar y luego, dando tumbos sin entender aquella revolución que acababa con la gente, fue a parar a España. Había seguido viendo a Hiram que ahora era representante en Cuba de la misma compañía española de la que Daniel era gerente en Madrid.

Un día habían acordado verse en un restaurante en Madrid porque el dueño había vendido la compañía y el nuevo dueño tenía una proposición para ellos. Unos minutos después llegó Manolito y se sentó a la mesa.

Hiram bajó la cabeza como si quisiera que la tierra se lo tragara. Manolito empezó a hablar como si nunca se hubieran separado. Recordó aquellos tiempos de la juventud cuando los tres andaban juntos en la Habana. De pronto, interrumpió la charla y dándole una palmada en el hombro a Hiram, le dijo.

-Mira Hiram, a mi no me importa como tu pienses de mi. Con tal que atiendas bien el negocio en Cuba, puedes continuar en tu cargo.

Como Hiram no daba señales de resucitar, Manolito le dijo:

-Coño asere, yo creo que tu estás intelectualizando el problema. Tú no pensarás que yo te guardo rencor por el acto de repudio ¿No?


Saturday, April 26, 2008

Fidel Castro ¿El cuarto o el quinto poder?

Entre el 20 de Julio del 2007 y el 23 de Abril del 2008 Fidel Castro tiene 83 artículos publicados en Kaosenlared.

Descontando el famoso artículo del 19 de Febrero del 2008 en el que informa su retiro, que despertó como es de suponer un interés extraordinario (3459 lecturas), los restantes artículos oscilan entre 111 y 2100 lecturas con un promedio de 432 lecturas por artículo.

Antes de anunciar su retiro sus artículos promediaban unos 463 lectores.

Después de su retiro el promedio ha bajado un 22% a unos 361 lectores.

Es de notar que partir de mi articulo anterior, en el que señalaba que Fidel era uno de los autores menos leídos en Kaos Cuba, su promedio ha subido de 200 lectores a 508 en los últimos 9 artículos.

Parece evidente, según las cifras anteriores que “los cubanos y los observadores internacionales” a los que se refiere Ignacio Ramonet en su reciente artículo Fidel del Primer al Cuarto Poder no vienen a menudo por Kaos Cuba:

Podemos apostar a que los cubanos, al igual que los observadores internacionales, continuarán leyéndolo con la mayor atención, pues nadie reemplaza a Fidel Castro como guía ideológico de la Revolución.

A pesar de disponer de un nombre reconocido universalmente como una de las personas mas famosas del mundo, los escritos de Fidel Castro despiertan mucho menos interés que el de la mayoría de los otros colaboradores de Kaos Cuba.

En mi opinión, esto se debe a que los lectores han perdido la esperanza de que Fidel pueda aportar soluciones a la situación actual de Cuba.

Saludos

Al Godar

Tuesday, April 22, 2008

El barbero

Orlando había llegado hacía unos meses de Cienfuegos con el entusiasmo de su juventud, una mujer de 19 años, un niño precioso y un sueño: Quería irse a trabajar a los Estados Unidos. Era fuerte y no tenía miedo al trabajo duro. Estaba seguro que iba a salir adelante.

Empezó a trabajar como barbero de la cuadra mientras esperaba que le llegaran los papeles que su tia le enviaría desde “Niuyol”. Sacaba una silla para el portalito de su apartamento y se ponía a pelar a los vecinos mientras les hablaba de pelota. Cuando el tema derivaba hacia la política, declinaba delicadamente inmiscuirse. No quería buscarse problemas. Lo suyo era irse pronto.

Un día llegaron los papeles. Se puso muy contento. Fue para dentro y se los mostró a Nora. Rieron y se abrazaron. Fueron felices como una media hora. Luego ella salió llorando y se recostó en la baranda del portal. El trató de consolarla pero no pudo. Fue con los papeles a ver al Gallego.

-Tienes que irte tu solo alante.- Le confirmó el gallego.

Al día siguiente presentó sus papeles. El lunes lo mandaron para Camagüey a cortar caña. A la semana empezaron a llegar cartas todos los días. Nora lloraba de la mañana a la noche. Un sábado, dos meses más tarde, vino de pase. No era el mismo. Estaba muy quemado del sol, había adelgazado como 20 libras y tenía las manos llenas de heridas y ampollas. Se fue de nuevo el domingo por la tarde. Regreso varias veces más hasta que cumplió los 18 meses. Entonces lo dejaron irse. Yo fui a despedirlo al aeropuerto sin entender aquella locura.

-No puedo vivir aquí. Me falta el aire.- Me dijo.

Nora estuvo dos años y pico sola con el niño. No tenía ninguna otra familia en la Habana. La gente del barrio no se atrevía a visitarla ni a hablar mucho con ella porque era gusana y se iba del país. Solo algunas viejitas venían de noche a ayudarla en algo y a consolarla.

Finalmente un viernes llegaron los papeles. La sacaron de su casa y pusieron un sello en la puerta. Le dijeron que tenía que irse y presentarse el lunes en el aeropuerto. Se tuvo que quedar en casa de una vecina que se compadeció de ella y el niño.

Cuando fui a verlo hace un par de años en la Florida era dueño de un negocio de cercas que servía a la mitad del condado. Tenía un par de casas y algún dinero en el banco. Nos tomamos unas cervezas y conversamos mientras sus nietos retozaban en la piscina. Yo pensé que había alcanzado su sueño.

-Tan pronto se arreglen las cosas en Cuba, -me dijo- vendo todo y me voy para allá a invertir mi dinero.

-No puedo vivir aquí. Me falta el aire.

Monday, April 21, 2008

Regresar

Regresar (Por Claudio)


Después de varios meses de espera, múltiples gestiones y papeleos, por fin le llegó su permiso de salida, la famosa carta blanca, luego vino la espera por la visa; le dieron 30 días “no renovables” para estar en México y visitar a su hermano que se había ido muchos años atrás.

Carlos nació con la revolución, el mismo año en que Fidel entraba a la Habana,creció en el seno de una familia obrera, su madre era maestra, su padre que trabajaba en una fábrica, había sido líder sindical y miembro del movimiento 26 de julio, al principio fue útil, luego se olvidaron de él.

Carlos lo había vivido todo o casi todo desde el 70 hasta el nuevo milenio, escuelas al campo, zafras, movilizaciones, internacionalismo, período especial, chavismo…; se había graduado de ingeniero y trabajado en el mismo lugar por más de 20 años.

Llegó a Ciudad de México una mañana de contingencia ambiental, la contaminación formaba una nata gris sobre gran parte del valle, él nunca había visto algo igual, hasta donde alcanzaba la vista solo habían construcciones, colgadas de las faldas de los cerros, desparramadas por los valles… y humo, mucho humo, y ese olor a… ciudad grande, demasiado grande.

Bajando del avión le comenzó el dolor de cabeza, desde ese momento supo que no podría vivir ahí, era demasiado para él, así que se lo dijo al hermano mientras lo abrazaba y los lagrimones se le volvían lodo rodando por la cara.

Fue un mes difícil, entre el dolor de cabeza, la necedad del hermano de intentar “enseñarle” todo en unos días, la curiosidad de la gente que lo conocía y el tiempo como espada de Damocles, saber que no podría extender su visa, en el pasaporte decía bien claro, Visa No renovable.

Tampoco quería regresar, la vida en Cuba se había vuelto muy difícil, no solo por lo económico, había sobrevivido el período especial y su hermano lo ayudaba un poco cada mes; era esa sensación de estar preso, sin esperanzas ni expectativas de ningún tipo, dentro de una gran cuartería, el sentir que siempre te están vigilando, estés donde estés, “hay demasiada… mierda, no te imaginas, aquello no es lo que tú dejaste, es otra cosa, no hay respeto, no hay educación, chusmería en todos lados, se han perdido los valores, si no tienes dinero no resuelves nada… es algo que te ahoga”, y esa pregunta implacable “¿qué he hecho con mi vida?”...

Solo tenía dos posibilidades, o regresaba a lo mismo y en uno o dos años más lo volvían a invitar o se largaba para el otro lado…

También podía quedarse en México y con tiempo y dinero, “resolver” el FM3, pero no era un lugar para él, no soportaría la altura, la contaminación, la falta de mar…

Así que se decidió por “el otro lado”, juntó algo de dinero y agarró un autobús a la frontera dos días antes de que se le venciera la visa…

Llegó a Miami a casa de un primo, resolvió sus papeles, la ayuda y esperó paciente su permiso de trabajo, y mientras su primo se desesperaba pensando en el tiempo que tendría que mantenerlo, él comenzó a descubrir su nuevo mundo, lo que vio no le gusto nada.

“Estas gentes son unos hijos de puta, solo piensan en el dinero, en tener cosas, no les interesan los amigos, la familia, nada más que el dinero; este País está lleno de egoísmo, este lugar solo es bueno para los que en Cuba solo piensan en el dinero, en tener cosas, en porquerías”, se quejaba amargamente con su hermano cada vez que hablaban por teléfono.

“Mano, es el síndrome del cambio, extrañas a los tuyos, consigue un trabajo, ocúpate y olvídate de la gente, solo piensa que tienes que salir adelante”, le decía el hermano con la experiencia vivida.
“Pero no se puede, hermano, son unos hijos de puta”, repetía.
“Y, ¿a ti que te importa si son unos hijos de puta?, ¡puedes salir adelante!, en un año tienes la residencia y reclamas a los tuyos, luego te largas de esa ciudad maldita y serás un hombre libre”

Pasaron algunos meses, había logrado salir de la casa de su primo y rentaba una casa rodante en un parque, pero Carlos no lograba integrarse, cada día era mayor el rechazo, del trabajo a la casa de la casa al trabajo, enviaba buena parte del dinero a Cuba a través de unos tipos que le entregaba a la mujer los CUC en su casa en la Habana.

Era un círculo vicioso, estaba atrapado, ya no podía regresar, había quemado sus naves el día que cruzó la frontera,el gobierno cubano no lo dejaría regresar a Cuba,y no quería quedarse ahí, esperando año tras año que le llegara la visa a su familia, su hijo creciendo alejado de él, y él solo como un perro.

Entonces empezó, primero fue una extraña sensación de vacío en el estómago, luego un leve escalofrío que le corría el cuerpo y la angustia, esa angustia insoportable que no lo dejaba nunca.
Se lo contó a su hermano.

“¡Carajo Carlos, tu lo que tienes es miedo a la libertad, miedo a vivir!” le respondió aquel, curtido por el tiempo.

“Puede ser, pero, lo único que quiero es regresar, prefiero la mierda a vivir con miedo…, es injusto que tengamos que pasar por esto, es injusto que no me dejen regresar a mi propio país…”, calló, su respiración se escuchaba pesadamente en el teléfono, y por primera vez desde que llegó se enfrentó a su realidad, “¡no es posible!, nos explotaron todo lo que quisieron, nos prohibieron hasta soñar y nos seguirán jodiendo el resto de la vida, aunque ya no estemos allá...“

La tarde comenzó a caer sobre Miami, sentado en el muro de concreto, sus pies en la arena, miraba el mar que se perdía en horizonte, casi podía ver las olas rompiendo contra el gran muro de la otra orilla, los edificios, las calles, su casa, el rostro de su mujer y su hijo…

La tarde comenzó a caer sobre la Habana, sentado en el muro del malecón, las piernas colgando sobre las olas, miraba el mar que se perdía en el horizonte, casi podía ver los edificios del otro lado, las calles, el resplandor de las luces de neón, casi podía ver el rostro de su padre oteando el horizonte…

La brisa sopló ligera acariciándole el rostro, "hay que sobrevivir por ellos”, pensó.

Friday, April 18, 2008

La balsa


Un día venía yo del trabajo en bicicleta y me encontré con Raulito en la carretera de la CUJAE. Me dijo que iba a la Lisa a buscar a un tal "El Nene" que era un caballo en eso de arreglar motores de lancha. El necesitaba resolver ese motorcito. Había pagado 2000 pesos por un motor roto. Pero eso podía arreglarse. Y con ese motor irse para la Yuma era jamón. No a remo, como se habían ido Lázaro, Cabrera y el Titi. Eso era candela porque había que dar un remo espeso. En una balsa con motor fuera de borde. Evinrude.

Apenas hablamos unos minutos. Yo seguí pedaleando y pensando que probablemente se le olvidaría lo de la balsa antes de llegar a la noche. Raulito no llegaba a los 18 años y a esa edad uno se distrae con cuanta muchacha pasa por el lado.

El domingo siguiente la madre de Raulito me llamó para que fuera a verla. Hecha una loca me contó que su hijo se había ido “pal norte”. Traté inútilmente de calmar a aquella pobre mujer.

Al fin como a los 10 días, llegó la noticia de que Raulito estaba en Miami.

Cuando llegué aquí unos 6 años más tarde averigüé su teléfono y lo llamé. Lógicamente, le pregunté como había sido lo de la balsa.

–Una pesadilla. Es lo más duro que un ser humano puede pasar. -Me dijo. Y a continuación me pidió que olvidáramos el tema, mientras la voz se le quebraba en un susurro:

-Si tuviera que volver a hacerlo, me quedo en Cuba.

Thursday, April 17, 2008

Primavera en Montreal, Canada

Hace un par de semanas había un metro de nieve y todavía hoy había algo de nieve en el piso:


Pero ya hoy hay flores.


Asi es de violenta la primavera en Montreal.

Tuesday, April 15, 2008

Pueblo Blanco. Joan Manueal Serrat

Joan Manuel Serrat fue un cantante muy popular en Cuba desde sus inicios a fines de los 60s.

Imagínense que efecto habrá tenido esta estrofa en el 1980:

Escapad gente tierna,
que esta tierra está enferma,
y no esperes mañana
lo que no te dio ayer,
que no hay nada que hacer.

De acuerdo con la lógica del momento, la canción desapareció de la radio como tantas otras.

Sabe alguien si se ha vuelto a poner esta canción en la radio en Cuba?

MI PUEBLO BLANCO

Colgado de un barranco
duerme mi pueblo blanco
bajo un cielo que, a fuerza
de no ver nunca el mar,
se olvidó de llorar.

Por sus callejas de polvo y piedra
por no pasar, ni pasó la guerra.
Sólo el olvido...
camina lento bordeando la cañada
donde no crece una flor
ni trashuma un pastor.

El sacristán ha visto
hacerse viejo al cura.
El cura ha visto al cabo
y el cabo al sacristán.
Y mi pueblo después
vio morir a los tres...

Y me pregunto por qué nacerá gente
si nacer o morir es indiferente.

De la siega a la siembra
se vive en la taberna.
Las comadres murmuran
su historia en el umbral
de sus casas de cal.

Y las muchachas hacen bolillos
buscando, ocultas tras los visillos,
a ese hombre joven
que, noche a noche, forjaron en su mente.
Fuerte pa' ser su señor.
Tierno para el amor...

Ellas sueñan con él,
y él con irse muy lejos
de su pueblo. Y los viejos
sueñan morirse en paz,
y morir por morir,
quieren morirse al sol.

La boca abierta al calor, como lagartos.
Medio ocultos tras un sombrero de esparto.

Escapad gente tierna,
que esta tierra está enferma,
y no esperes mañana
lo que no te dio ayer,
que no hay nada que hacer.

Toma tu mula, tu hembra y tu arreo.
Sigue el camino del pueblo hebreo
y busca otra luna.
Tal vez mañana sonría la fortuna.
Y si te toca llorar
es mejor frente al mar.

Si yo pudiera unirme
a un vuelo de palomas,
y atravesando lomas
dejar mi pueblo atrás,
juro por lo que fui
que me iría de aquí...

Pero los muertos están en cautiverio
y no nos dejan salir del cementerio.

...---...---...

(Aquí hay dos versiones: Audio y Video)

Monday, April 14, 2008

Cuanto vale este blog?

Vean esto!
En seis meses y a tiempo parcial. Trabajando desde casa:
No es buen negocio?


My blog is worth $14,678.04.
How much is your blog worth?

Thursday, April 10, 2008

Esperanza de vida en Cuba

A menudo leo que uno de los grandes exitos de la Revolución cubana es que ha logrado elevar la esperanza de vida en Cuba.
Ignorancia?
Manipulación de la información?
Apasionamiento?

En 1955 la esperanza de vida en America Latina en su conjunto era de 50 años.
En el 2005 era de 72 años.
Paises como Islas Caiman (82), Costa Rica (77.21) y Puerto Rico (78.54) tienen esperanzas de vida superiores a las de Cuba (77.08) sin Revolucion Socialista.


Asia (excluding Middle East) Central America & Caribbean Europe Middle East & North Africa North America Oceania South America Sub-Saharan Africa


(Datos Tomados de ... Si, de Wikipedia)

Wednesday, April 9, 2008

No supimos luchar

A los cubanos que están sin trabajo deseando ganarse el pan honradamente sin tener que emigrar de su patria en busca de sustento;

A los obreros del campo que habitan en los bohíos miserables… y pasan hambre… compartiendo con sus hijos la miseria,

A los obreros industriales cuyas conquistas les están arrebatando, cuyas viviendas son las infernales habitaciones de las cuarterías, cuya vida es el trabajo perenne y cuyo descanso es la tumba;

A los maestros y profesores tan abnegados, sacrificados y necesarios al destino mejor de las futuras generaciones y que tan mal se les trata y se les paga;

A los profesionales jóvenes: médicos, ingenieros, abogados, veterinarios, pedagogos, dentistas, farmacéuticos, periodistas, pintores, escultores, etcétera, que salen de las aulas con sus títulos deseosos de lucha y llenos de esperanza para encontrarse en un callejón sin salida, cerradas todas las puertas, sordas al clamor y a la súplica.

¡Ése es el pueblo, cuyos caminos de angustias están empedrados de engaños y falsas promesas, no le íbamos a decir: "Te vamos a dar", sino: "¡Aquí tienes, lucha ahora con toda tus fuerzas para que sean tuyas la libertad y la felicidad!"

Fidel Castro: La Historia me absolverá. 1953

Parece que no supimos luchar….

Thursday, April 3, 2008

El abuelo

Estábamos haciendo el censo de población y vivienda del 1970 en una zona bastante remota de la Sierra Maestra. Nos habían llevado en Jeep hasta un caserío al sur de Campechuela, donde terminaba la carretera. Luego nos dividimos. Yo iba con un muchacho de Media Luna que conocía bien la zona y logramos terminar antes del mediodía todas las casas que teníamos en la lista. Cuando ya estábamos a punto de regresar, alguien preguntó si no íbamos a ir a censar a los Vázquez. Seguimos subiendo. Más allá de los Vázquez vivían los Guerra y luego los Matos. Allí nos dijeron que otro poco más arriba había más gente. No sabíamos cuanto tiempo nos llevaría llegar hasta allá, pero no había alternativa. No había ni siquiera un trillo. Subíamos a cuatro patas entre la hierba y los arbustos. Luego llegamos a un llano con un bosquecito bastante intrincado. Un poco mas adelante salimos a un claro y vimos a lo lejos un bohío. Un perro canelo vino a recibirnos ladrando y moviendo el rabo. Otros dos perros se quedaron un poco más atrás, luego dos niños como de 6 u 8 años y una niña que bien podía estar rondando los 12 o trece, todos desnudos. En la puerta del bohío había tres mujeres con niños en los brazos y más niños colgados de las sayas descoloridas y rotas. Adentro había una vieja sentada en un taburete y un viejo blanco en canas tirado en una cama que más parecía una hamaca. Hablaban muy rápido y no comprendíamos la mitad de las palabras que decían. Fuimos preguntando los nombres, edades, nombre del padre y de la madre, etc. La mayoría de las veces no sabían la fecha de nacimiento. Confundían los nombres de los niños. El Nene, no estaban seguros si se llamaba José o Julio. No sabían quien era el padre de Sebastián ni de Justo. Sin embargo, todos sabían que el padre de Rosita era su bisabuelo, el viejo que estaba tirado en la cama. Como yo no entendía, pregunté quien era la madre. Salió una chiquilla flacucha de apenas quince años con una barriga de ocho meses.

-Si. -Respondió con seguridad. -El padre es abuelo.

Como yo aún no quería creerlo, la chiquilla se encogió de hombros y fue a echarse con el viejo en la cama, espantando un enjambre de moscas. Desde allí preguntó desafiante y con voz resignada.

-¿Quien va a decirle que no al abuelo?