Friday, July 24, 2009

La sopa.


Luisa puso una silla en el pasillo que separaba su casa de la de la vecina, se encaramó en la silla y llamó discretamente por encima del muro. Cuando apareció la vieja, le preguntó si podía prestarle algo que cocinar. La vieja hizo una mueca de duda y fue a ver. Regresó unos minutos después con un cartuchito de papel.
-Es un puñado de fideos.- Dijo la vieja.- No tengo nada más.
-¡Ay gracias Esperanza. Que Dios te lo pague! Se lo devuelvo tan pronto coja los mandados la semana que viene.
Y regresó contenta a preparar la sopa. Echó los fideos con un poco de agua en una caldera de hierro, la puso en el fogón de luz brillante y le echó un puñado de sal. En la otra hornilla puso un sartén con una cucharada de manteca requemada que había sacado de una lata que guardaba en el refrigerador. Mientras se calentaba el sartén, picó un pedazo de cebolla y un ají cachucha y lo puso a sofreír.
El olor del sofrito trajo a Rafaelito con una toalla amarrada al cuello imitando a Superman.
-Mamá, ¿Ya está la comida?
- Unos minutos.- Dijo Luisa y puso en la mesa un par de platos de esmalte descascarados.-Ve a lavarte las manos.
Echó el sofrito en la caldera donde hervían los fideos y le pudo un poquito de bijol para darle color.
Al niño le brillaban los ojos mientras la madre servía la sopa, pero apenas la probó hizo una mueca de desagrado y empujó el plato con desgano.
-No me gusta, Mamá! Dame eso que olía tan rico...
Y a Luisa se le escaparon las lágrimas y se desplomó llorando sobre la mesa.

17 comments:

Puchungurria said...

Triste realidad

A Cuban In London said...

C... me mataste! Esa era la pura mia! Tu sabes que, Al? En el 2005 fuimos a Cuba de visita y se me fue, asi como a uno se le van las cosas, un comentario con un amigo sobre los tiempos del periodo especial y como los domingos se comia a las dos porque despues era cuestion de llenarse con lo que hubiera o no hubiera. Pero muchas veces me fui con la barriga vacia para la cama. Y la pura mia me interrumpio y me dijo que no, que eso no iba, que yo jamas me habia ido con la barriga vacia para la cama. Y yo la mire y con lagrimas en los ojos le pedi disculpas. Porque a una madre nunca se le puede recordar el fallo - involuntario - de alimentar a su unico hijo.

Que clase de cuento este! Muchas gracias.

Saludos desde Londres.

lola said...

No sabes la manía que le he tomado al azúcar prieta, muchas veces esa era la cena, agua con azúcar prieta, y eso que aún era a finales de los 60, y mi padre se pasaba el día buscando qué comprar en la bolsa negra, pero a veces no había suerte y éramos 9 personas, incluyendo dos niños pequeños. El pollo que se supone que le tenían que dar semanalmente a mi cuñada mientras le duró el embarazo lo vio una sola vez.
Que tengas una buena semana.

la margarita mia said...

es muy triste, pero es el día a día de cada madre en cuba, inventar para que caiga algo en el estomago ya sea frio o caliente, saludos.

Al Godar said...

Mucha gente cree que eso de que en Cuba se pasa hambre es un cuento gusano.
El que lo vivió, lo entiende y nunca lo olvida.

El agua con azúcar tiene un cierto efecto adictivo. Yo recuerdo épocas en que no podía resistir la tentación de un buen jarro de aquel mejunje carmelitoso y turbio con su tufito lejano a alcohol...

Las madres siempre pagan más caro todas las penas.
Gracias por los comentarios.

Saludos,
Al Godar

Chez Isabella said...

Al, qué alegría me ha dado entrar y ver que estás de vuelta! Aunque este cuento está fuerte. Reconozco que en mi casa -muchas veces gracias a mi abuela que siempre tenía animales- la cosa no llegó a esos extremos, pero conozco a muchísima gente que la pasaba tal como aquí lo narras. Un saludo para ti.

Güicho said...

Merecido lo tenía Luisa(*): Hacía guardia en el CDR e iba a las marchas, concentraciones y domingos rojos ovejunamente. Tener útero -estoy fino hoy- nunca justifica ser estúpido.


(*) Estadísticamente, desde luego.

Adriana said...

qué duro...
me mataron Al. el cuento tuyo, el del Chelsea Boy, el de lola...

Al Godar said...

Si, claro que el que tenia alguna gallinita escapaba. Tambien el que tenia un socio.
Es cierto que la culpa de ese desastre no es solo de Fidel. Todos tuvimos algo que ver.
Y es cierto que es duro, Sobre todo cuando se mira desde afuera y uno ve que es posible una sociedad mas justa.
Gracias por la visita.
Saludos,
Al Godar

Eduardo Mesa said...

Muy bueno el cuento, muy bueno de verdad.

Anonymous said...

Algodar, gracias miles. el miércoles salimos en vivo y entras en la cazuela de los titulares, queremos hablar de tu blog, así que esperamos tus oídos y que embulles a tus amistades o filtres la información si es posible porque necesitamos audiencia. Si visitaste la estación, hay un chat interactivo que será buenísimo para la ocasión. Espero que agarre fuerza y que sea un lugar donde todos podamos enterarnos de lo que ocurre y no estar corriendo de un lado para el otro.

JOSÁN CABALLERO said...

Bien duro y crudo, amigo Algodar, pero es la realidad. Entré para contarte algo diferente, pues vi este blog, que no conocía y al que nunca había entrado, y me voy con un mal sabor en la boca, pero no por ti, amigo, sino por la crudeza del relato, pero es así, sin regodeos es mucho mejor, para que duela más hondo y la gente se de cuenta por lo que pasamos nosotros, y todavís pasan los que están allá adentro. En el otro blog te dejé un comentario, pues te felecité desde Cuba Inglesa, pero los anonimones, como siempre, empezaron a dar cuero, de que yo no te quería premiar, que te estaba censurando, en vez de darte un galardón. Ya sabes cómo soy, así que no tengo que explicarte nada más, con leer las entradas de Cuba Inglesa en el apartado de Al Godar y los 1003 blogs, ya sabrás todo, un abrazo, amigo, hasta pronto, visítame de nuevo, no te pierdas, estás en BLOGUEANDO A CUBA ahora? Saludos, Josán Caballero.

Morgana said...

Hola!

Muy bueno el cuento, lo malo es que a mi también me mataste. Es que yo recuerdo que a mi no me gustaban de niña un montón de cosas y ahora me pongo a pensar si hay algo que no me gusta y no lo encuentro.
Lo que más odiaba era la col y un día estaba en casa con mi papá y tenía hambre. Abrí el refrigerador para ver que había y sólo había col. Fui para donde el estaba y le dije: ¿Hacemos col hervida? con un pocquito de sal a lo mejor no sabe tan mal. Mi papá dice que lo dejé de piedra porque sabía al oirme decir eso que yo en lo de gustos había tocado fondo. El hambre es el hambre.

Muy buen cuento!

Unknown said...

Yo nunca en mi vida voy a olvidar que antes de salir de cuba, en un portal cerca de mi casa, jugaban dos niños. En eso sale otro comiéndose un culo de pan con azúcar y uno de los otros le pidió un pedacito. El muchachito del pan en la mano le respondió: no, este es el que me toca a mí, ¿Qué tú hiciste con el tuyo? Sé que es una cosa muy simple y tonta, pero no sé porque cada vez que recuerdo eso se me aguan los ojos.

Miquel Aguiló Pallicer said...

Mi primer contacto directo con Cuba fué en el año 2000, en el 25 aniversario de boda. Mi madre nació en Surgidero de Batabanó año 1929. Peró esto solo es la presentación, creo que lo impactante es que una hermana de mi abuela soñó que yo iba allí y yo me presente al día de siguiente sin previo aviso...o sea amigos cubanos ya os podeís imaginar, casí le da un infarto.
Porqué lo soñaría? si solo me había visto una vez en una visita que hizo a Mallorca, gastos pagados naturalmente.Y todo esto lo tengo escrito de su puño y letra en una carta que nos envió.
Falleció un 21 de Enero a los 94 años. Rosa es como mi segunda abuela cubana.

Miquel Aguilo said...

Mi primer contacto directo con Cuba fué en el año 2000, en el 25 aniversario de boda. Mi madre nació en Surgidero de Batabanó año 1929. Peró esto solo es la presentación, creo que lo impactante es que una hermana de mi abuela soñó que yo iba allí y yo me presente al día de siguiente sin previo aviso...o sea amigos cubanos ya os podeís imaginar, casí le da un infarto.
Porqué lo soñaría? si solo me había visto una vez en una visita que hizo a Mallorca, gastos pagados naturalmente.Y todo esto lo tengo escrito de su puño y letra en una carta que nos envió.
Falleció un 21 de Enero a los 94 años. Rosa es como mi segunda abuela cubana.

Anonymous said...

Me has sacado a mí también las lágrimas, todos los cubanos creo que somos esa madre y ese niño.

Una vez en la misma época aquella del P.E. no había gas, y mi madre agarró un sillón que era de mi bisabuela, las famosas comadritas e hizo una fogata en medio del pasillo para poder freir el único huevo que que quedaba, con agua claro. Mi hermana tenía como 3 o 4 años y yo unos 11 o 12. Mi mamá estaba llorando, se me eriza el alma. En eso llegó mi papá, con un cartucho en la mano, parecía un zombie, se sentó en la mesa, sacó una posta de pollo, y se puso a devorarla. De espaldas a nosotros. Mi mamá con una cuchara cogió la yema del huevo frito y me la dió porque siempre he padecido de hemoglobina baja, le dio la clara a mi hermana, y nos mandó a dormir.

Desde la barbacoa sentía como mi padre y ella discutía, y él le decía " tenía hambre cojones, tenía hambre".

Son cosas que no quiero JAMÁS olvidar. Sí, porque el mundo en general y latinoamérica en particular, tiene una mala memori del cará, salimos de una dictaudra para entrar en otra.

Gracias por este blog Al Godar.