Un día en la vida.
Te despiertas y cruzas las manos detrás de la cabeza
clavas con desgano la mirada en el techo
y aún con la sábana tapándote hasta el pecho
todo aquel sueño retrocede despacio y te embeleza.
Ese sueño inusual te ha molestado
Puedes recordar lo que en realidad aún no has vivido
y con esa divina energía que en tus años arde
saltas de la cama, no solo porque se hace tarde
sino para alejarte del sueño prohibido.
Y llegas a nosotros, más seria que otras veces
nos dejas, por cualquier cosa con esta sensación de culpa
porque hoy estás tan sensible
tan dura e irritable, impredecible
victima del sabor de la pasión oculta.
Un día sin vivir, perdido y malgastado
y aunque sabes que aún dejas algo sin hacer
te vas desafiante un poco antes de que den las cinco
para dormir temprano, e ir a buscar el sueño con ahínco
Porque sabes que hoy tienes que crecer.
Muy interesante!!!
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