Este fin de semana fuimos a recoger manzanas..
No vale la pena del punto de vista de negocio, porque las manzanas son mas baratas en el mercado y cuesta menos trabajo escogerlas, pero vale la pena la experiencia.
Primero porque guarda cierta similitud con la idea de comer guayabas directamente de la mata y eso trae agradables recuerdos de mi niñez.
Luego porque me recordó las carretas de los trabajos “voluntarios”. Nunca había vuelto a montar una carreta desde hace como 20 años.
Finalmente porque el paisaje de otoño con el Mont St-Hilaire al fondo de los campos de manzanas es impresionante.
Not big deal!
ReplyDeleteAquí se estila mucho los que han venido a vivir a la ciudad conservar sus pedacitos de tierra en sus pueblos de origen e ir toda la familia de vez en cuando a recoger los productos de la tierra, es un trabajo voluntario, pero que redunda el beneficio en uno mismo.
ReplyDeleteAquí te pongo un enlace de la fiesta de la manzana en Valleseco, pueblo donde nació mi padre.
Pues estoy contigo, Al, con las tres razones. A mi me recordo la recogida de naranjas en la escuela al campo. De las guayabas te cuento que tuve una cagalera una vez que para que te cuento.
ReplyDeleteSaludos desde Londres.
Amigo Algodar: qué bueno, no me podrás creer que hace dos días soñé que veía muchas manzanas en el suelo y quería recogerlas porque aquí en Texas están muy caras, jajaj. Pero no me atreví, por pena.
ReplyDeleteY yo sé que estaba en esa zona que tú dices. Bueno, nada es increible para mí, son cosas que me pasan a menudo.
Pero, por Dios, mándame más fotos a mi email que quiero ver el Mount Saint Hillari, y esas manzanas.
Me hubiera encantado estar allí recogiéndolas, con ese paisaje tan hermoso detrás. Cómo se llama el sitio donde recogían las manzanas? No le importaba a sus dueños?
Gracias por el post. Saludos y bendiciones,
Belkis
www.belkiscuzamale.blogspot.com
www.lacasaazulcubana.blogspot.com
Me gusta este post Al. Con sólo mencionar "guayaba" ya merece muchos puntos. Mi fruta favorita. Mato el mono comiendo melocotones, pero no es igual. Nunca será igual.
ReplyDeleteUn abrazo¡
http://tirofijomalanga.blogspot.com/2008/10/para-matar-al-cisne.html
ReplyDeleteSe ve que en Quebec el mono ya está titiritando.
ReplyDeleteCinco de la mañana, cinco grados sobre cero, cinco tipos en una carreta temblando de frío. Coño, Al, y tú te pones a pensar en guayabas a esa hora?!
Eso es lo que yo llamo abstracción.
La manzana, como me gustaba cuando estaba en el trópico, y ahora me aburre. Ah, la guayaba! el mango! me consuelan las naranjas, que aquí son muy buenas.
ReplyDeleteUn domingo rojo y blanco, pero nada de obligantario, sino tan agradable como la misma bandera del Canadá.
ReplyDeleteBonita experiencia. Saludos a todos,
Maylin.
Cuéntanos: lo llegaste a pensar dos veces antes de ir por no recordar "el pasado"? o ya habías ido antes?
ReplyDeleteCuando iba a Jagüey Grande, a casa de unos parientes, no faltaba la recogida de guayabas, de las grandes de verdad... qué pulposas eran!
Saludos, Al!
No me gustan las guayabas, como tampoco me gustaba ir a la escuela al campo, con sus condiciones de vida tan precarias, pero ahora lo recuerdo todo como una época feliz. ¡Qué cosas tiene la psiquis humana! ¡Hasta me has dado un poco de envidia sana!Me alegro que lo hayas disfrutado
ReplyDeleteY de quién eran los manzanos?
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