Te faltó el "quilo prieto" que creo que era una versión algo diferente al que pones ahí. Me parece haberlo visto de chiquita en casa de mi abuelita paterna, pero no estoy muy segura, solo me acuerdo de la expresión "no vale un quilo prieto partío por la mitad". Lástima que no tengo nada con que contribuir al museo, no se me ocurrió traerme ningún objeto anacrónico, jeje. Pero lo disfruto igual, cuantos recuerdos! Un abrazo,
Ana (pensándolo bien, creo que tengo algun "chavito" de mi última estancia en La Habana, deja ver si los encuentro).
Algodar! esa coleccion debe valer una fortuna!!! 8-0
ReplyDeleteLe voy a copiar la idea, pero lo que yo tengo es anterior al 59. Saludos!!
ReplyDeleteArriba Lola!
ReplyDeleteMientras mas viejas sean mas interesante.
Creo que no hay una buena coleccion de monedas cubanas en ningun lado en internet.
con qué doblones fernandinos eh? Estás descareando, Algodar... sigue, sigue revolviendo ese colchón. Busca entre la guata [;o) ]
ReplyDeleteDebo reconocer que siempre tuve mi cosa por las monedas de cuarenta centavos... no sé cómo explicarlo, pero no me gustaba deshacerme de ellas
ReplyDeleteLo de las de cuarenta (las bombas) debe ser porque en aquel tiempo tenian un valor enorme. Eran de 40 quilos! Casi un peso...
ReplyDeleteTe faltó el "quilo prieto" que creo que era una versión algo diferente al que pones ahí. Me parece haberlo visto de chiquita en casa de mi abuelita paterna, pero no estoy muy segura, solo me acuerdo de la expresión "no vale un quilo prieto partío por la mitad". Lástima que no tengo nada con que contribuir al museo, no se me ocurrió traerme ningún objeto anacrónico, jeje. Pero lo disfruto igual, cuantos recuerdos! Un abrazo,
ReplyDeleteAna
(pensándolo bien, creo que tengo algun "chavito" de mi última estancia en La Habana, deja ver si los encuentro).