Friday, August 31, 2007

¡Que viva Fidel!

No creo que a nadie que haya tenido que irse de Cuba le guste este titulo.

La mayoría de adentro se horrorizará al pensar que se alarga la interminable miseria.

Talvez sus apologistas se entusiasmen.

Pero eso es lo que le desea alguien que lo odia con todas las fuerzas.

Y argumenta lleno de venganza:

Es ahora cuando está pagando todo lo que ha hecho.

¿Porque perdonarlo y dejarlo que se muera?

¿Porque dejarlo descansar ahora que su cuerpo está podrido y que su cerebro desvaría entre los horrores de la vejez y el delirio de la impotencia?

Dejad que le pasen la cuenta sus más cercanos colaboradores.

Que sienta en carne propia lo que se siente cuando no te dejan hacer lo que quieres.

Prolongad su agonía…

Así razona. Si es que al odio se le puede atribuir algo de razón.

Yo no comparto su odio.

De ningún modo podrá pagar lo que debe.

De por mi que se muera ahora mismo.

Sunday, August 26, 2007

Música prohibida

En la parte baja de los 60s no había mucha jodienda con la música extranjera, que era como se llamaba entonces en La Habana. Frente a la puerta del apartamento de Lolo, el que luego fuera presidente del Comité, oíamos a todo volumen en el 1963 a Paul Anka, Elvis Presley y Hill Haley. Nunca nadie vio el efecto nefasto que eso traería sobre nuestros delicados cerebritos. El dueño del tocadiscos se fue para Miami al poco tiempo y nos dejó colgados de la brocha. Tuvimos que acudir a la radio de onda media. Allí descubrimos WQAM de Miami, WKYC de Fort Myers y KAAY de Little Rock. No me pregunten como se oían esas estaciones sin la ayuda millonaria del gobierno de los estados unidos mientras que ahora Radio Martí llega a duras penas… se que había que darle vueltas a unos tornillitos que tenían adentro los radios de bombillos. Si, bombillos. Claro que antes los radios tenían bombillos adentro. El 12AX4 por ejemplo. No. EL 5U4 era el rectificador en los amplificadores y de ahí el nombre del famoso grupo de Osvaldo Rodríguez.

Pero bueno, al grano. Así fue que conocimos a los Beatles mucho antes de que fueran prohibidos. Oímos por radio la invasión inglesa en Febrero del 64. Aunque en realidad no entendíamos casi nada.

El padre de Rachel fue el primero que trajo un disco de los Beatles que yo sepa. Please Please Me. Lo oímos miles de veces.

Un día, creo que en el verano del 1964, salió un artículo como de 10 páginas en una revista cubana, probablemente Bohemia, que nos aclaró muchísimo quienes eran los Beatles y el efecto que su música estaba creando en el mundo.

Un poco después en la escuela secundaria nos agarró de sorpresa cuando dijeron que no se podían traer discos americanos a la escuela. Tratamos de explicar al director que esos discos y los Beatles en si, no eran americanos sino ingleses, pero fue en vano. Estaba prohibido. Y además, esos pantalones tubitos también están prohibidos. Y los mocasines con medias blancas también. No nos quedó más remedio que pasar a la clandestinidad.

Nunca más volvió a salir en los medios de comunicación de La Habana, nada relacionado con la música extranjera. Ni escrito, ni en la radio. Nosotros seguíamos oyendo fielmente la dobliu. Mas tarde descubrimos el programa Ritmos de la BBC en español en la onda corta.

¿Hasta cuando duró la prohibición? No se sabe. Como nunca fue oficialmente prohibido nunca se podrá levantar la prohibición. Pero yo se que un día de Junio de 1967 en un programa que había al mediodía en Radio Progreso pusieron Penny Lane. Traté de explicar a todos que se había acabado la prohibición, pero no me creyeron. Poco a poco fueron apareciendo otras canciones de los Beatles en la radio nacional. Luego en el programa Nocturno comenzaron a poner todo tipo de música extranjera en español, ingles y otros idiomas. Durante esa época se sobreentendía que aun estaba un poco prohibido, pero ya no tanto.

Fue durante la ofensiva revolucionaria del 68 que volvió a joderse la cosa. Creo que en Cuba todo es por épocas. A veces esta prohibido, a veces no. Depende del estado de ánimo de los dioses.

Saturday, August 25, 2007

¿Doble moral o hipocresía?

¿Doble moral o hipocresía?

En los últimos años se ha desarrollado la llamada doble moral entre los cubanos. No es patrimonio exclusivo de los cubanos, pero parece que es mucho más frecuente que antes y que en otros países.

Quizás sea más correcto decir “hipocresía” y no “doble moral” según Wikipedia: La doble moral es la aplicación de un criterio más estricto a un individuo o a un grupo que a otros. La hipocresía es el acto de fingir que se tienen cualidades o sentimientos que en realidad no se tienen.
No obstante, según Enrique López Oliva , Marifeli Pérez-Stable y muchos otros, la doble moral es pensar en privado lo opuesto de lo que se proclama públicamente, mientras para James C. Cason, Jaime Rodríguez y otros la doble moral es mantener públicamente el apoyo a la revolución mientras la conducta privada mina esos mismos principios.

Es interesante que mientras la mayoría de los que buscan libertades y derechos para el pueblo cubano insisten en llamar erróneamente doble moral a este fenómeno, los defensores del gobierno de la isla llaman con razón doble moral a la política discriminatoria del gobierno de los Estados Unidos contra el gobierno de Cuba.

Cubanos

No creo que haya nada de particular en la idiosincrasia del cubano.
Decir que los cubanos son amables no es nada nuevo. Que son bien educados y serviciales… también lo son los afganos y los franceses. Y hay muchísima variabilidad. Hay cubanos y cubanos.
Todo lo que podemos encontrar en Cuba esta también presente en Nueva York, Moscú y probablemente en Sydney.
Los cubanos somos simplemente seres humanos. Nos comportamos y pensamos como hacen todos los humanos.
En un momento dado, la gente expresa las ideas que flotan en su alrededor. Lo que oíste en las noticias anoche. Lo que viste esta mañana en el camino a la escuela o al trabajo. Lo que te interesa.
Lo peculiar en Cuba es el ambiente que causa que muchos cubanos se comporten de una forma característica que no se encuentra a menudo en otros lugares. Es una combinación de varios elementos. Por ejemplo:
Humildad: Se nos enseña que todos somos iguales. La autoestima no es estimulada. La autosuficiencia es fuertemente reprimida. La mayoría de los cubanos que conozco son humildes. Se nos hace humilde para gobernarnos más fácilmente.
Educación: La mayoría de los cubanos tiene una buena educación básica. La educación primaria y secundaria es obligatoria. La universidad es accesible para casi todo el que quiera estudiar. Pero no para todos. Hace unos años, los que manifiestan ideas contrarias a las del gobierno eran excluidos de las universidades.
Serviciales: Aprendemos a ayudarnos entre nosotros para sobrevivir. Como la mayoría de los quehaceres diarios son difíciles de hacer por uno solo, la gente a aprendido a depender de y a ayudar a los otros.
Amistosos: La mayoría de los cubanos confía en cubanos y extranjeros. La camaradería se estimula. La amistad está fuertemente enraizada en las familias cubanas.
Estoicismo: Maravilla a muchos visitantes que los cubanos soportan estoicamente las durísimas condiciones de vida. De nada sirve quejarse. Son cincuenta años viviendo en una sociedad en la que los que reclaman sus derechos son considerados flojos y enemigos de la revolución.

Los extranjeros que visitan Cuba pueden notar exageración en algunos de estos elementos. Algunos cubanos se aproximan a los extranjeros en busca de favores. Estos cubanos pueden parecer demasiado amables y serviciales. Dada la miseria en que vive la mayoría de los cubanos, regalos insignificantes como un frasco de shampoo o una caja de cigarrillos son muy apreciados. A veces la seguridad del estado pide a los cubanos que se acerquen a los extranjeros con el fin de obtener información.

Thursday, August 9, 2007

Ideas

Venimos a este mundo sin haberlo pedido y luego vemos que no es gran cosa.

Más bien hay una pila de cosas que no nos gustan.

Y como eso no nos da derecho a estar todo el tiempo quejándonos, nos proponemos arreglar lo que no nos gusta. Pero hay otros que nos lo impiden.

Son brutos. Son incapaces de entender. No merecen compartir este sitio en que vivimos. Sentimos el deseo de quitarlos del medio. De arrancarlos como las yerbas malas. De vencerlos. Eso es instinto. Es primitivo.

Luego viene una etapa mas avanzada en la que aprendemos que no es vencer lo que hace falta. Es más bien convencer. Uno necesita ayuda para cambiar las cosas.

Para vencer hacen falta armas.

Para convencer hacen falta ideas.

Alguien tiene que aportar las ideas para convencernos.

Para arreglar a Cuba.

Odio

Yo aprendí de niño a querer a todo el mundo.

Mis padres me enseñaron el amor a los demás.

No obstante, ya la adolescencia en la escuela, en los primeros años de la revolución del 59, descubrió el odio. Me enseñaron que había que odiar a los enemigos. Durante muchos años, me pareció que era normal y correcto. Uno lo oye decir muchas veces a sus maestros, a los dirigentes, lo lee en los libros y periódicos. En las pancartas gigantes que cuelgan de los edificios de la plaza de las movilizaciones. ¿Porque va uno a dudarlo?

Me enseñaron a radicalizarme. A no andarme con melindres. A los enemigos de La Revolución se les odia sin ninguna consideración. Me enseñaron a participar en actos de repudio. A gritarle “escoria” a los que se iban. A despreciar la mano que venía hacia mí en reconciliación. Si se fueron, que se jodan. No importa que sean de tu misma sangre. Tu familia son los compañeros del partido, la ujotacé, los cederse, la federación y las brigadas de agitación y propaganda.

No fue sorpresa alguna al verme en estas tierras del exilio odiando a los que se quedaron allá en Cuba. Es como si la frontera fuera un espejo. Uno simplemente vira el odio hacia el otro lado y sigue odiando igualito.

Afortunadamente yo me he dado cuenta.

El odio es un error.

Nos lo inculcaron a todos. Quien sabe si con el premeditado objetivo de desunir o simplemente por enfermiza filosofía.

Piénsalo bien. Aún estamos a tiempo. Hay que arrancarse este odio de décadas para poder arreglar a Cuba.